Diseñé este circuito de 7 kilómetros para hacerlo corriendo cualquier tarde y como me pareció lleno de bellezas lo convertí en paseo para el domingo 19 de junio del 2016. Pero bien pensado, mejor lo hubiera hecho corriendo porque si vas andando ves muchas cosas que te decepcionan. Como por ejemplo, que aunque parece que va todo el rato junto al Ebro, apenas lo ves más que en dos o tres "ventanas" en que se interrumpe la profusa y salvaje vegetación de borde. Digno de mención es que aunque se me hubiera ocurrido a mí mirando google earth, al pasar por la vía verde nos encontramos con un gran cartel institucional con mapa y todo que decía que el camino ya estaba institucionalizado por alguna Institución Superior. Pues vamos a ver...
En la segunda de las "ventanas" vemos aquella finca de enfrente con bodega en la que estuvimos una vez con Carlos Muntión. Tiene mejor ribera que la de la margen derecha. Cuando se llega a la presa de Assa, apenas se ve:
Y si miras al camino institucional (km 3) te encuentras que lo ha labrado el de la viña. Jrandérrimo:
Cuando sales de la viña te encuentras el camino a punto de cerrarse:
Un poco más adelante tienes que elegir entre seguir de frente y a cota por un sendero tan sucio como el que traes o subir por el lateral labrado de otra viña (km 4). Si sigues por el sendero te encuentras con esto:
Así que vuelta hacia atrás, y por la viña. Menos mal que el recorrido tenía cartel institucional. Cuando acaba la segunda viña te encuentras con un supercamino fantastikof que hasta tiene unas vallas de madera para que no te caigas por la ladera cuando avistas el puente de Mantible. Tú no te caes ni aunque te asomes pero las vallas de madera ya se han caído.
El Puente se ve algo más adelante pero desde arriba y a distancia, con lo que no acabas de sentir la fuerza de su presencia y el viejo trazado del paso. Ni siquiera puedes acercarte al arranque del último arco:
Por delante y a mano izquierda pasas por una gravera que da grima porque parece un estercolero:
Otro poco más adelante, tienes una muestra de señalética comercial bodeguera para cortos de vista:
Y otra de diseño de entrada a bodegas con bodega detrás.
Ajajá, se ve que estamos en el camino correcto. Muy buena, tío.
Bueno, para lo que queda vamos a disfrutar de la vista de la curva del Ebro a la altura de la central eléctrica de El Cortijo sin mirar mucho a su caserío y a tomarnos una cerveza en el Bar 7 Valles para reponernos de los sudores y... de algunos sinsabores.
Aquí el track y el mapa. Lo dicho: mejor para correr que para caminar, aunque cuidado con los tobillos al pasar por las viñas.