hay un pequeño aparcamiento junto a la carretera a la entrada del camino; recorrido de ida y vuelta por el mismo camino, aunque también se puede hacer circular (trazas amarillas)
solo tomé datos de la ida
el comienzo ofrece un serpenteo muy bonito
Diego empezó pronto a protestar de que tenía flato (sería de tanto hablar...)
¡miralá! ¡ahí está la ermita!
ayyyyyy, mejor no mirar por este lado... (!!!)
otro éxito
recuerdo de cuando fui con mi padre, el 15 de febrero de 1997
aquel día se veía el Castillo de Clavijo que la niebla nos ocultó esta vez
ya que no se veía el castillo, Diego quiso mirar al interior de la ermita