Sábado 27 de enero del 2018. Después del primer chute de corticoides el jueves 25 de enero en Cruces, Teresa estaba bastante cansada, pero como la resonancia que se hizo el viernes en Urduliz salió bien, pues sacó fuerzas de flaqueza para dar el paseo del molino. ¿Del molino? La primera foto de aquella tarde es esta de arriba, y la segunda, esta de abajo:
Tengo que ir al diario para recordar que la primera idea fue dar la vuelta al cerro bonito pero ni Teresa se había puesto las botas ni Rosalía había cogido los guantes. Y hacía frío.
Ahora sí, salimos ya por el camino verde y vemos que la casa de Javier y la asistente social está en venta.
Yo iba de estreno de mi nueva cámara Leica y quería probar su estupendo zoom. Toma aproximación:
Mirando al otro valle del Ebro el sol iluminaba un pueblecillo navarro, creo que Sesma:
Toma foto, y toma ampliación al máximo del zoom:
El molino, como siempre, en su sitio. De casa al molino son 2 kms.
Pequeño tramo de la carretera a la Villa con la Dehesa de Galilea al fondo
Más contrastes captados por el zoom
En la parte bonita del camino, entre la carretera y el camino a Pipaona
Ambiente invernal de puro enero
Otra foto más de Sesma con distinta luz
Teresa sonriente a pesar del frío y de su cansancio
Otra fotaza del Cabezo Redondo asomando su cúpula nevada
Ultimo tramo por la vieja carretera que desaparecería durante el 2018
Llegando al pueblo con la última luz
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