Después de una buena tripada de cochinillo en Pipaona, había que bajar la comida y me saqué de la manga un paseíllo invernal desde La Villa de Ocón hasta Fuente Tosca. Los dos y pico kilómetros de subida nos costaron, a ritmo de paseo, 50 minutos.
En la ermita de San Juan
Tarde invernal pero viento en calma
En la última revuelta, foto de Rosalía con La Villa
Un muñeco de nieve a mitad de camino
A medida que subimos desaparece el color marrón de la pista
Aquí pusimos punto final al paseo,al ver fuente Tosca desde la pista que sigue por arriba
Y es que el ramal de pista que lleva a Fuente Tosca estaba sin pisar (foto a la bajada)
La tarde estuvo muy gris pero el blanco de la nieve siempre anima
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