Amenazaba lluvia y llevamos paraguas los tres. Pero el cielo aguantó. Mucho viento en el valle. Por Sojuela, algo menos; a ratos, incluso, hasta en calma. Diez grados.
Camino a Medrano recién asfaltado
Las ruinas de San Julián no están para visitas (!)
Hasta los anoraks que llevaban hacían juego con los colores otoñales
La tontería y el despilfarro que no cesan
Subiendo hacia el sur por el monte bajo de Sojuela
Navarrete y Fuenmayor a nuestra espalda, con el teleobjetivo
Borrachera de color
Al llegar al pinar giramos noventa grados a la izquierda
Helechos a la izquierda, altos pinos a la derecha
El camino que sube a coger el sendero que cruza el arroyo está abandonado
Cruzando el arroyo que llena la balsa de Sojuela
Precioso sendero de bajada, que no es el de las neveras, aunque se parece mucho
Hay que mirar bien al suelo porque los cantos redondeados son traidores para los tobillos
Alfombrado de hojas en el área de recreo junto a la balsa
Redondeamos el paseo con una visita al barrio de las bodegas y entrar a Sojuela por el norte, donde descubrimos unas plazas "modernésimas" (!!!).
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