regreso en metro desde Bagatza
La masa de bloques de Beurko no te deja indiferente cuando los descubres de lejos, así que algún día había que ir a verlo.
No sé qué fue peor para la posible armonización de Baracaldo, si el nudo de la autopista que generó el puente Rontegui o el paquetón de la Feria de Muestras (Bilbo Exhibition Center en cursilenguaje)
bajada a Ansio (otro día tengo que subir a ese depósito; carretera hay)
en cuanto entro en contacto con los primeros bloques que dan fachada al enorme agujero negro del BEC, certifico la calidad de los así llamados espacios para el peatón
llego a la calle Arteagabeitia donde quedan casas de baja altura
subo por el parque Osasungarria hasta lo que fuera la anteiglesia de San Vicente Martir donde sólo queda una casa vieja
y la iglesia
la plaza tiene una cubierta para proteger los juegos infantiles (como dijo Conrado que iban a hacer en las plazas de Logroño si ganaba las elecciones del día 28/ y ganó, ah!)
Doy con el cementerio: el Serantes-Dios en el eje de la puerta, la tapia pintada de bosque (Oh my God) y una cosa de arquitecto a la dcha; bolardos que no falten
la tapia lateral se ha librado del bosque pintado pero no de otra plaza de arquitecto
por la derecha asoma la ciudad deportiva de San Vicente y al fondo los buscados bloques de Beurko
el camino trazado me lleva de nuevo al carril rojo de la Ibarrurri, la vega del Galindo y la fachada sur de Sestao al fondo
en el recinto del colegio público Ibaibe encuentro un Venturi ignorado
ya llegamos a Beurko, que era el nombre de una pequeña colina
en las faldas de Beurko (izq) aún queda una barriada de casas baratas
entramos
uauuu
uffff
uaaaaaaa
fuera
y en buena compañía; el metro de Bagatza está ahí mismo
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