Salimos con Amaya a pasear por el camino de la Canelaz, bajamos al parking de los autobuses escolares y la central de bombeo del agua (foto) y allí se nos unen Elena y Diego. Seguimos hacia abajo cruzando la autopista por el túnel con Amaya y Diego corriendo felices cuesta abajo y continuamos por la acera de la carretera que sube a la carretera de arriba, a la que le han pintado una raya de carril bici que está bien porque hace que los coches se separen un poco más de la acera...; pero a partir de ahí el paseo empieza a no gustarme nada: el paso de la carretera por debajo de la autopista es un lugar siniestro, la subida a la carretera es muy pendiente y la carretera de arriba con los peques de la mano es un constante pasar miedo por la velocidad a la que van los coches. Así que si se quiere dar un paseíto con peques, mejor dar la vuelta al llegar al túnel de la autopista y deshacer el camino por el mismo recorrido.
Amaya curioseando en el ventanal de la estación de bombeo


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