regresando a la ermita de Legarda
Hay paseos que salen bien y paseos que salen... "regular". De Mendavia baja una flamante "vía verde" hasta la ermita de Legarda que podía haber estado arbolada en vez de bolardada... Nos las prometíamos muy felices con la idea de bajar andando hacia el río, pero el 8 de octubre de este año a mediodía pegaba un sol de justicia y preferimos pasar de "vía verde con bolardos" y llegar en coche hasta la ermita. Por lo menos allí se acaba la pista asfaltada y empieza una pista normal de tierra.
Tiramos hacia el río y cuando vimos chopos cerca del río giramos a la derecha, pero ya se sabe que las orillas del Ebro no son más que una maraña de zarzas y suciedad por lo que seguimos hasta dar con una caseta al borde del camino con un espacio despejado por el que poder asomarse al Ebro:
Ohhh, igual de chocolate que en Logroño y lleno de berrañas, pero agua al fin y al cabo...
...y en movimiento
damos marcha atrás
y nos hacemos una foto junto a la ermita de Legarda, vallada por todas partes yy cerrada la puerta como si fuera una ganadería (!)
Dejamos pues el paseo rústico y nos introducimos en Mendavia donde el paisaje parece pintado por un artista abstracto
los contenedores son los encargados de darnos la bienvenida a la plaza
con tanto arte ahora no sé muy bien cuál será el de vidrio
tras los contenedores, los orinales jardinera
lo mejor, la subida al núcleo fundacional
sobre el eje de la calle mayor
...ah! y las rabas de uno de los bares de la calle de las terrazas
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